Resumen de Caperucita en Manhattan, de Carmen Martín Gaite
Caperucita en Manhattan es "un cuento de hadas un poco surrealista" escrito en 1990 por Carmen Martín Gaite, una de las escrituras más importantes de la literatura hispana. Se trata de una obra de literatura juvenil, género que también trabajó esta autora.
Sara Allen: esta niña vive en Brooklyn en compañía de sus padres y cada sábado van a visitar a su abuela materna y su madre la hace llevar un chubasquero rojo y la cestita con la tarta de fresa para su abuela.
Personajes secundarios
Vivian Allen: es la madre de Sara, trabaja en la casa y hace todos los viernes una tarta de fresa para llevar los sábados a casa de su madre que vive en Morningside, en el extremo opuesto.
Rebecca Little: es la madre de la señora Allen y abuela de Sara. Ha estado casada varias veces en su juventud. Fue cantante de music hall y su nombre artístico era Gloria Star.
Samuel Allen: es el padre de Sara, es fontanero y tiene una empresa de fontanería con Philip Taylor.
Aurelio Roncali: es propietario de la librería El Reino de los Libros y vive con la abuela de Sara, aunque no están casados.
Miss Lunátic: una anciana que pasea empujando un carrito muy antiguo y que han querido comprárselo en varias ocasiones por bastante dinero y que ella no ha querido vender. Ayuda a Sara cuando la niña se encuentra en la estación de Central Park y está llorando. Sara reconoce en ella a Miss Bartholdi, la madre del constructor de la Estatua de la Libertad.
Edgar Wolf: es el dueño de la pastelería El Lobo Dulce, una tienda que tiene fama porque hace las mejores tartas de la ciudad.
Resumen de Caperucita en Manhattan
Primera parte
Sara Allen es una niña de diez años que vive en Brooklyn con su madre, Vivian Allen, y su padre, Samuel. Vivian es cuidadora de ancianos, mientras que Samuel es fontanero. por su parte, Sara es una niña curiosa que sueña con ir sola y libre por Manhattan.
Todos los sábados, Sara va con su madre a Manhattan a limpiar la casa de su abuela, Rebecca. Su madre siempre hace tarta los viernes por la noche para llevársela a la abuela Rebecca los sábados. Cuando visitan a la abuela, van en metro hasta su casa, pero a la abuela no le gusta mucho la tarta de fresas de su hija. Frente a su casa había un parque abandonado porque en el pasado se cometieron allí crímenes por parte del llamado Vampiro del Bronx, pero a la abuela Rebecca no le daba miedo ese parque y solía pasear por allí a menudo, cosa que preocupa a Vivian.
Un sábado como otro cualquiera, Vivian y Sara van a la casa de la abuela Rebecca, pero ella no estaba. Vivian va a buscarla y Sara se queda sola en la casa. Aprovechando que estaba sola, curioseó por toda la casa y encontró en la habituación de su abuela un montón de papeles tirados por el suelo, así que fue a guardarlos pero justo en ese momento sonó el teléfono. Sara lo cogió y escuchó la voz de su abuela contándole que había ido a pasear por el parque y luego había ido al Bingo y había ganado. Cuando llegó a casa, Rebecca le dio la mitad del dinero a su nieta y comieron tarta de fresa. Luego, comenzaron a hablar sobre la Estatua de la Libertad. Sara se obsesiona con la estatua.
Segunda parte
El día del cumpleaños de Sara fueron a cenar a un restaurante chino con los Taylor, vecinos de sus padres. Después de comer, de postre tomaron una tarta que había hecho Vivían. Al llegar a casa, sonó el teléfono; le dieron a Samuel la mala noticia de que su hermano había muerto en un accidente de coche en Chicago. Samuel compró dos billetes para irse con Vivian esa misma noche a Chicago y Sara se quedó con los Taylor.
?Sara, que prefiere estar con su abuela, se escapa de casa de los Taylor para ir con la abuela Rebecca, pero se pierde en el metro. Llorando desconsolada, viene la ayuda: aparece Miss Lunátic, una mujer vieja, de pelo blanco, mendiga, que siempre va vestida con un harapo y un sombrero de grandes alas. Miss Lunátic decía saber leer la palma de la mano y hablaba con todo el mundo, y era muy respetada por la gente de Manhattan porque no tenía nada, pero tampoco buscaba nada; sólo vivir la vida y ayudar a los demás.
Entre Miss Lunátic y Sara nace una bonita amistad a partir de ese día. Van juntas a un bar y hablan de las experiencias que ha vivido; allí, un director de cine que estaba grabando una película se decide a grabarlas porque le iban muy bien para su filme. Cuando Miss Lunátic se entera, se enfada con el director por grabarlas sin su permiso y se marcha del bar junto a Sara.
Luego de mirar un mapa para llegar a la Estatua de la Libertad, Miss Lunátic le da a Sara una moneda muy especial que, según dice, le ayudará a entrar en una alcantarilla que hay en Battery Park y que contiene un pasadizo secreto para llegar a la Estatua de la Libertad. Entonces, la mujer se despide de ella y Sara se queda sola en Central Park.
Tercera parte
En el parque, Sara conoce a Edgar Woolf, un hombre que paseaba por allí. Woolf habla con Sara y ésta le ofrece un poco de tarta que tenía de su madre. Woolf, que era un importante pastelero cuya tarta de fresa no gustaba a los clientes, se entusiasma por el sabor de la tarta de Vivian y le pide la receta a Sara a cambio de hacer realidad su deseo: ir en limusina sola. Así, los dos, cada uno en una limusina, van a la casa de la abuela Rebecca, pero él le pide al chófer de Sara que dé más vueltas para que él pueda llegar antes. El recorrido es tan largo que Sara se duerme; al despertar, le pide al chófer que la lleve a Battery Park.
Cuando llega a Battery Park, Sara se escapa y busca la alcantarilla para poner la moneda de Miss Lunátic en la ranura y llegar a la Estatua de la Libertad. Pero Sara tiene mala suerte y el chófer la encuentra y se lo impide, llevándola a casa de su abuela. Al llegar, ve que la abuela Rebecca está bailando con Woofl, así que decide escaparse e ir en taxi hasta Battery Park. Esta vez, consigue meter la moneda en la ranura y se aventura sola hacia la Estatua de la Libertad, desapareciendo en las profundidades del túnel.
Opinión de Caperucita en Manhattan
Caperucita en Manhattan rescata el clásico cuento que todos conocemos y lo convierte en una novela juvenil de aventuras donde se entremezclan la realidad y la fantasía. Es fácil de leer, accesible para gran parte del público, y tiene ilustraciones muy bonitas de la propia autora, Carmen Martín Gaite.
En la historia podemos ver cómo Sara es una niña que quiere hacerse mayor antes de tiempo, reflexionando sobre el mundo que le ha tocado vivir. Ella anhela la libertad y, para ella, la libertad es poder ir sola a los sitios y no acompañada de su madre. Así, Sara se convierte en una Caperucita moderna que vive en una gran ciudad llena de gente y de prisa.
Última actualización: 15 julio, 2021
Lector empedernido y amante de la fotografía. Me encanta la literatura de fantasía y ciencia ficción. Escribo resúmenes, opiniones y reseñas para ayudarte a decidir tu próximo libro.
Pablo Navarro
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