¡Diles que no me maten! es un breve cuento del autor mexicano Juan Rulfo, incluido en su libro de cuentos El llano en llamas. Se trata de un relato angustioso y dramático sobre qué justifica los actos de las personas y en qué ocasiones las consecuencias a pagar están o no justificadas.
La historia comienza cuando Juvencio Nava le pide a su hijo Justino que haga algo para que los hombres que le han apresado no lo maten. Resulta que ha sido atrapado y condenado a muerte por un asesinato que cometió casi 40 años atrás.
Justino ama a su padre, pero teme interferir por si los hombres lo apresan y asesinan a él también. Juvencio intenta convencer a su hijo para defenderlo, aunque Justino tiene una esposa e hijos que lo esperan. El hombre, egoístamente, sólo desea que su hijo se sacrifique por él y le salve la vida.
Segunda parte: La reflexión
Atado y apresado, Juvencio reflexiona sobre el acto que lo llevó a acabar así casi 40 años después. Recuerda a su amigo y compadre, Don Guadalupe Terrenos, al que llamaban Don Lupe.
Don Lupe era un hacendado que tenía sus tierras al lado de las de Juvencio, y las tierras de éste dejaron de producir pasto para el ganado, mientras que las de Don Lupe siguen siendo aptas incluso en tiempos de sequía. Juvencio rompió la cerca que separaba ambos terrenos para que sus animales se comieran el pasto de Don Lupe, lo que lleva a interminables discusiones entre ambos.
Don Lupe arreglaba la cerca todas las mañanas, mientras que Juvencio la volvía a romper todas las noches para que sus animales comieran. Un día, Don Lupe amenazó a Juvencio con matar a sus animales si seguía rompiendo la verja, por lo que Juvencio advirtió al hacendado que, de hacerlo, pagaría las consecuencias. Don Lupe, entonces, asesinó a uno de los hijos de Juvencio.
Tercera parte: La venganza del coronel
Después de este recuerdo, Juvencio relata que, un mes después de haber asesinado a Don Lupe, estaba huyendo por las montañas. Había sobornado a un juez, pero seguía en busca y captura. Terminó viviendo en una propiedad mientras su hijo Justino se llegó a casar y a tener ocho hijos.
Don Lupe había dejado atrás una viuda y dos hijos pequeños, que han vivido casi 40 años sin su compañía. A pesar de todo, Juvencio no se arrepiente de lo que hizo y cree que el asunto se debería olvidar. Conocemos entonces al hombre que lo ha sentenciado a muerte: el coronel, que es el hijo de Don Lupe.
El coronel explica a Juvencio que está condenado por asesinar a su padre con un machete, al cual también encontraron con un cuerno de buey clavado en su vientre, y debe pagar por lo que hizo.
Después de darle alcohol, los hombres del coronel asesinan a Juvencio disparándole en la cara hasta desfigurarla. El relato termina con Justino arrastrando el cadáver de su padre, que lleva una capucha en la cabeza.
Personajes de ¡Diles que no me maten!
Personajes principales
Juvencio Nava: protagonista principal y asesino de Don Guadalupe Terrenos, su amigo y compadre. Es un hombre mayor que teme a la muerte, pero que no se arrepiente de lo que hizo.
Personajes secundarios
Don Guadalupe Terrenos, Don Lupe: compadre y amigo de Justino Nava. Es asesinado a machetazos por su amigo por una pelea de por las tierras donde pastaba su ganado.
Justino Nava: hijo de Justino Nava. Ama a su padre y quiere interceder para ayudarlo, pero tiene miedo de acabar como Don Guadalupe Terrenos.
El coronel: hijo de don Guadalupe Terrenos. Regresa al pueblo muchos años después para hacer justicia por la muerte de su padre. Refleja el sentimiento de pérdida y el resentimiento de haber vivido sin una figura paterna a su lado.
Análisis de ¡Diles que no me maten!
Este cuento de Juan Rulfo está cargado de simbolismos representados por sus personajes. Por un lado tenemos a Juvencio, que representa la escala social, ya que decide romper con el orden establecido para conseguir que sus animales no mueran. Ante la negativa de Don Lupe de compartir sus bienes con quienes menos tienen (y tras asesinar a uno de los hijos del protagonista), Juvencio entra en cólera y asesina al hacendado.
Así pues, a los ojos de Juvencio es un asesinato más que justificado, pero no quiere afrontar las consecuencias de sus actos, a pesar de que le dijo a Don Lupe que él pagaría las consecuencias de asesinar a sus animales. Temiendo correr el mismo destino que el hacendado, Juvencio pasa casi 40 años huyendo.
Al final, encontramos un símbolo de poder en el coronel, al que Juvencio nunca le ve la cara y que está dispuesto a vengar la muerte de su padre. Se diluye aquí la línea entre venganza y justicia, ya que el coronel venga la muerte de su padre amparado en una posición de poder y sin temer ningún tipo de consecuencia por asesinar a Juvencio. De este modo, se nos invita a reflexionar en qué casos están justificados según qué actos, y cuál es la justicia detrás de los mismos y sus consecuencias.
Lector empedernido y amante de la fotografía. Me encanta la literatura de fantasía y ciencia ficción. Escribo resúmenes, opiniones y reseñas para ayudarte a decidir tu próximo libro.
Pablo Navarro
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