Resumen de Fortunata y Jacinta, de Benito Pérez Galdós
Fortunata y Jacinta es la obra cumbre de Benito Pérez Galdós. Se publicó en cuatro volúmenes entre enero y junio de 1887 y se considera la mejor novela de su autor y, junto con La Regenta, una de las más representativas del realismo literario español.
Esta obra se sitúa en el Madrid de la segunda mitad del siglo XIX y relata las vidas cruzadas de dos mujeres de distinta clase social, unidas por un destino trágico.
Juan de la Santa Cruz: apodado el Delfín, Juan es el protagonista de la obra, un hombre de clase alta que se casa con Jacinta, pero luego la engañaría con Fortunata. Es un hombre que sólo quiere vivir el momento y experimentar. Poco a poco se enamora de Fortunata, lo que le ciega tanto de amor que lo lleva a ignorar a su esposa, Jacinta.
Fortunata: una muchacha muy hermosa, de clase baja. Es muy trabajadora y dulce, con muy buen corazón, lo que la convierte en una mujer muy inocente. Está enamorada de el Delfín, con quien es infiel a su marido, Maximiliano. Se casó por la insistencia de éste y se convirtió en una mujer insatisfecha y desdichada.
Jacinta: una mujer de clase alta, que lleva ropa cara y tiene muchas facilidades. Aunque la toman por una mujer fría, en realidad es muy cariñosa, cálida y está llena de amor. Se casa con el Delfín, quien le es infiel con Fortunata.
Maximiliano Rubín: un hombre educado y varonil, sencillo, amable y tímido. Es aprendiz de farmacéutico y enseña a Fortunata a leer y escribir. Está enamorado de la joven, pero ella está enamorada de el Delfín. Maximiliano consigue casarse con Fortunata, pero sufre con sus infidelidades.
Personajes secundarios
Barbarita: madre de el Delfín, intenta que su hijo sea un buen hombre y deje de perderse en sus vicios. Es una mujer tradicional y poco materialista.
Estupiña: un amigo fiel de la familia de Jacinta, que intenta ayudarla a seguir el camino correcto, pero sin coartar su libertad.
Don Baldomero: marido de Barbarita y padre de el Delfín. No le gusta que su esposa proteja tanto a su hijo.
Isabel Cordero: madre de Jacinta, una mujer dedicada que hace todo lo posible para garantizar la felicidad y buena educación de sus hijos.
Gumersindo Arnaiz: marido de Isabel y padre de Jacinta, un hombre muy miedoso que teme enfrentarse al mundo.
José izquierdo: tío de Fortunata, un hombre vulgar y alcohólico.
Guillermina: vecina de Jacinta, una mujer emprendedora y generosa que desea abrir un orfanato para ayudar a los niños.
Evaristo Feijoo: un coronel de avanzada edad, elegante e inteligente. Es amigo de Fortunata y la ayuda y aconseja.
Resumen de Fortunata y Jacinta
Primera parte
Se nos cuenta la historia de Juan de la Santa Cruz, apodado "el Delfín". Juan es un estudiante que se marcha de viaje para visitar a un viejo amigo y, en ese viaje, conoce a una hermosa joven de familia humilde: Fortunata. Obcecado por su obsesión para conquistar a la muchacha, comienzan una relación clandestina que Juan acaba rompiendo por aburrimiento.
Al regresar de su viaje, Barbarita, la madre de Juan, compromete a su hijo en matrimonio con una de sus sobrinas: Jacinta, una muchacha cariñosa y de buena familia. Juan se casa con Jacinta y comienzan una vida en común, pero el tiempo pasa y Juan descubre que Jacinta no puede quedarse embarazada, noticia que preocupa a toda la familia.
Un día, Jacinta se encuentra con un joven pobre llamado Ido del Sagrario. Juan solía burlarse de este muchacho, que le guarda mucho rencor al joven, por lo que, al enterarse de que Jacinta no puede quedarse embarazada, le cuenta a la muchacha que su esposo Juan tiene un hijo ilegítimo, noticia que emociona a Jacinta porque cree que podría adoptar al hijo de su marido.
Jacinta se junta con una vecina, Guillermina, para ir a buscar al niño. Descubren que el pequeño está a cargo de un tío de Fortunata llamado José, un hombre alcohólico y miserable que le propone venderle el niño a Jacinta por una suma de dinero. Jacinta, emocionada, le cuenta la noticia a Juan, pero al final descubren que José mentía y que Fortunata sí tuvo un hijo de Juan, pero el niño murió cuando él ya estaba casado con Jacinta.
Segunda parte
Por su parte, Fortunata había tenido muchas relaciones, pero ninguna había cuajado porque seguía enamorada. Uno de sus amantes incluso la llevó de viaje a París, pero Fortunata regresó a su lugar de origen. Al regresar del viaje, una amiga llamada Feliciana la acogió en su casa y allí conoció a su novio, Olmedo, y al amigo de éste, Maximiliano, aprendiz de farmacéutico.
Maximiliano se enamora perdidamente de Fortunata. La ayudaba en todo, la enseñó a leer y escribir y bebió los vientos por ella, pero Fortunata rechazaba cualquier intento de romance. Maximiliano era terco y Fortunata, harta, terminó por aceptar ser su prometida. Maximiliano le contó la buena nueva a si familia: su tía Lupe, una mujer enriquecida por cobrar altos intereses a las personas, y sus hermanos Juan Pablo y Nicolás.
La familia de Maximiliano no estaba muy contenta con la noticia y aceptó el casamiento del joven con Fortunata si ésta se internaba en un convento para reformarse. Fortunata acepta y en el convento se convence a sí misma de que casarse con Maximiliano es su mejor opción para conseguir llevar una vida honrada.
Maximiliano y Fortunata se casan. Juan se entera del regreso de Fortunata y se vuelve a encaprichar con ella, ya que ahora está casada con otro hombre y conquistarla sería un reto. Juan le insiste a Fortunata para mantener una relación a escondidas, pagando a una empleada para que le ayude a convencer a la muchacha, y Fortunata finalmente accede y engaña a Maximiliano con Juan.
Con el paso del tiempo, Fortunata, que se siente insatisfecha y desdichada en su matrimonio, abandona a Maximiliano, quien vuelve a vivir con su tía Lupe. Fortunata cree que puede vivir del amor de Juan, pero éste se vuelve a cansar de ella y la abandona una segunda vez cuando Jacinta descubre que su marido la engaña con otra mujer.
Tras el abandono de Juan, Fortunata se encuentra con Evaristo Feijoo, un coronel de avanzada edad amigo de uno de los hermanos de Maximiliano. Feijoo cuida muy bien de Fortunata, aconsejándola y ayudándola, y eventualmente se convierten en amantes, pero no pasará mucho tiempo hasta que Feijoo se sienta muy viejo y enfermo. El hombre le aconseja a Fortunata volver con Maximiliano, pues es lo mejor que puede hacer, y también convence a éste y a su familia de que le den otra oportunidad a Fortunata. Todos aceptan.
Tercera parte
Fortunata y Maximiliano se mudan a una casa cerca de la farmacia donde trabajaba. Allí, Fortunata se hace amiga de Aurora, hija del dueño de la farmacia. Con el paso de los días, la salud de Maximiliano se deteriora y presenta ataques de locura en los que culpa a Fortunata de engaño y a su tía de quererlo envenenar.
En esta situación, Fortunata se entera de que Mauricia, su mejor amiga del convento, también está muy mal de salud y decide ir a visitarla junto a doña Lupe. Va a casa de la hermana de Mauricia y la encuentra en la cama, moribunda. Las muchachas también son amigas de Jacinta, por lo que ella también había ido a visitarla y, por primera vez, Fortunata y Jacinta se encuentran cara a cara.
Después del encuentro, Fortunata decide retomar su aventura con Juan y se queda embarazada. La muchacha cree que Juan por fin se va a comportar como un caballero, pero éste la abandona una tercera vez, por lo que Fortunata vuelve a casa su tía y da a luz a un niño.
Tiempo después de esto, Maximiliano recobra su salud mental y va en busca de Fortunata. Durante la búsqueda, se entera de que Juan tiene una relación secreta con Aurora, cosa que le cuenta a Fortunata cuando la encuentra. Ella va en busca de Aurora y las dos muchachas pelean, recibiendo Fortunata la peor parte. A causa de los golpes y las heridas, Fortunata muere.
Sin embargo, antes de morir, Fortunata pide como último deseo que le den su hijo a Jacinta para que ella lo cuide. Juan, derrotado por lo sucedido, le confiesa a su madre y a Jacinta que el hijo de Fortunata es suyo y Jacinta lo abandona. Maximiliano acaba encerrado en un manicomio porque su familia lo considera peligroso. Allí, el hombre se da cuenta de que tanto él como Fortunata se equivocaron y tomaron malas decisiones.
Opinión de Fortunata y Jacinta
Fortunata y Jacinta lo tiene todo lo que se puede pedir en una novela: un buen argumento, una buena prosa, unos buenos personajes y un buen contexto. En ningún momento se abusa de las descripciones ni la lectura se torna aburrida; de hecho, es una novela entretenida y con un ritmo ágil.
Benito Pérez Galdós supo plasmar muy bien el Madrid de la época, con sus usos y costumbres, por lo que esta novela es como pasear por el Madrid de la segunda mitad del siglo XIX. Además, los personajes están muy bien construidos y puedes empatizar prácticamente con todos, pues todos ellos son complejos a su manera.
El libro es muy rico en detalles y descripciones sin abusar de los elementos descriptivos. La prosa de Galdós ayuda mucho, ya que es una prosa que está a la altura de lo que se considera un clásico de la literatura. Sin duda, Fortunata y Jacinta está a la altura de las expectativas que trae consigo como obra clásica, y su fama es más que merecida.
Última actualización: 16 marzo, 2021
Lector empedernido y amante de la fotografía. Me encanta la literatura de fantasía y ciencia ficción. Escribo resúmenes, opiniones y reseñas para ayudarte a decidir tu próximo libro.
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